ABLE Human Motion es una start-up con sede en Barcelona que desarrolla exoesqueletos robóticos para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad. Desarrolla el primer exoesqueleto ligero, fácil de usar y asequible para personas con parálisis de extremidades inferiores, que restaura la capacidad de caminar de forma natural e intuitiva. Ayuda a paliar los problemas de salud causados por el estilo de vida sedentario a la vez que aumenta la confianza en uno mismo y la independencia.
ABLE fue uno de los proyectos europeos elegidos para participar en la 1ª edición de CRAASH Barcelona, el programa de aceleración de Biocat organizado en colaboración con el CIMIT (Boston) que forma parte de los programas de bootcamp dirigidos por EIT Health.
Biocat acaba de cerrar la convocatoria de solicitudes para la 3ª edición de CRAASH Barcelona, un programa de aceleración de 12 semanas que ayuda a los equipos de investigación de Cataluña y otros países europeos a lanzar con éxito la innovación al mercado en el ámbito de la tecnología sanitaria. El programa buscaba proyectos con tecnología de vanguardia (diagnóstico, dispositivos o la salud e-/digital) de los centros de investigación, institutos de investigación y universidades de toda Europa.
CRAASH Barcelona estaba abierto a proyectos de investigación en la fase de proof-of-concept o proof-of-feasibility. Las empresas constituidas también podían aplicar si buscaban una aplicación para su tecnología y/o buscaban/validaban un modelo de negocio. El programa es gratuito, no requiere desembolso de capital y ofrece hasta 10.000 € para cubrir los gastos de viaje.
Alfons Carnicero, CEO y co-fundador de ABLE Human Motion, nos habla de su experiencia como participante en CRAASH Barcelona.
¿Por qué decidiste participar en CRAASH Barcelona?
Porque fue una oportunidad única para conectar con el ecosistema de atención médica de Boston, reuniéndonos con los mejores profesionales clínicos, empresarios, expertos en negocios e inversores que nos ayudaron a validar nuestra idea a escala global. El resultado fue un “¡adelante!”, que nos impulsó a convertir un proyecto universitario en una empresa.
¿Cómo te ayudó CRAASH Barcelona a evolucionar el proyecto?
El programa nos ayudó a madurar el proyecto en muy poco tiempo. Hicimos más de 100 entrevistas con todas las partes interesadas involucradas con nuestro producto (pacientes, médicos, fisioterapeutas y ortopedistas), entendiendo sus necesidades para desarrollar mejor el exoesqueleto y construir una propuesta de valor convincente para cada uno. Además, durante todo el programa pudimos recibir asesoramiento de mentores, personas con experiencia en el sector que pueden ayudar en diversos campos, como normativas, modelos de negocios o finanzas.Con todo esto y muchas horas de dedicación, logramos evolucionar el proyecto tanto en las áreas de tecnología, negocios y clínica, por lo que estaba listo para obtener financiamiento de inversores privados.
¿Qué es lo que más te gustó del programa?
La organización de todo el programa y el alto nivel de los mentores. Son personas muy hábiles que han sido emprendedores en el pasado y, por lo tanto, saben de primera mano los problemas que enfrenta y la mejor manera de enfrentarlos. El programa tiene una mentalidad “estadounidense”, donde se utiliza cada minuto y hay que trabajar duro para obtener los resultados.
¿Recomendarías que otros emprendedores participen en CRAASH Barcelona?
Por supuesto, es lo mejor que pueden hacer para decidir si quieren convertir el proyecto en el que están involucrados en su vida diaria durante los siguientes años. En el programa, validarán su solución con sus clientes y otras partes interesadas involucradas, cuantificarán el mercado y, lo más importante, verán si su solución cubre una necesidad clínica no satisfecha por la cual alguien está dispuesto a pagar. Esa será la clave para decidir si vale la pena sacar adelante el proyecto y crear una empresa. Un consejo: aplica solo si estás dispuesto a trabajar duro, el programa requiere mucha dedicación. ¡Nadie hará las entrevistas por ti!
¿Cómo ha evolucionado tu proyecto desde que terminaste el programa?
¡Hemos progresado mucho en muy poco tiempo! Cerramos una ronda de financiación después de terminar el programa, lo que nos permitió hacer crecer el equipo de 3 personas a 11. Esto nos permitió avanzar en todas las áreas (tecnología, negocios, clínica y normativa). Además, según los comentarios recibidos durante el programa, hemos desarrollado la tecnología de nuestro exoesqueleto ABLE para la paraplejia. Actualmente, nuestro dispositivo se adapta a cualquier persona entre 1,50 m 1,95 m y ha sido probado por 10 pacientes diferentes. Este año comenzaremos una validación clínica multicéntrica en el Hospital de la Universidad de Heidelberg y el Institut Guttmann para obtener la marca CE el próximo año.